sábado, 21 de enero de 2012

Capítulo 5


Narradora Molly:

“Alumnos, dirigíos a vuestras habitaciones y tenéis la tarde libre.” Volvió a sonar esa voz chillona por megafonía. Nos levantamos y nos despedimos en la escalera mientras cada uno se fue por un lado del pasillo. Llegamos a nuestro cuarto y Malena abrió la puerta emocionada. Me asomé después de que ella chillara y se tumbara en una de las camas sonriendo. Entré y observé la estancia. Era un cuarto con la pared de un color azul apagado y el suelo de parquet. Una mesita de noche al lado de cada cama, dos armarios empotrados de una sola puerta y un corcho de madera colgado de la pared. Dejé mi mochila en la cama de al lado de la ventana, porque Malena seguía tumbada en la otra cama mirando el techo. Abrí los cajones de las mesitas de noche y encontré cincuenta euros en el primer cajón. Metí la caja de los recuerdos en el primer cajón y la caja de maquillaje en el segundo. Abrí una puertecita debajo de los cajones y metí la mochila vacía dentro. Malena abrió también sus cajones y encontró otros cincuenta euros.
-Supongo que serán para que nos compremos ‘’EL UNIFORME’’…-dijo Malena divertida.
-Si, eso creo, porque…vaya tontería, no sirve para nada…-dije pensativa. Picaron a nuestra puerta, y abrimos. Un señor gordito y bajo nos dio un papel amarillo en el que decía:
“Si habéis encontrado los 50 euros en el primer cajón de la mesita de noche, os los podéis guardar.
Mañana Louis el conductor que os ha traído os llevará a todas las chicas a una tienda de ropa, este año no hay uniforme por ser el 50 aniversario del internado. Os aconsejo que os compréis suficiente ropa, porque vais a estar cinco años aquí dentro.
El director Lanzani.”
No me lo podía creer, cinco años encerrada allí dentro, sin poder salir a la calle, sin poder respirar aire fresco…Iba a ser una tortura…Me tumbé en la cama de Malena, y ella volvió a la postura de “mirando el techo”.
-¿Se puede saber qué tiene el techo de interesante?-dije mirándola a los ojos. Pero ella suspiró y dijo:
-No tiene nada de interesante, igual que este sitio…bueno…casi nada…-dijo de repente poniéndose roja. Conocía esa mirada, la sonrisa tímida, las mejillas encendidas…
-¡A ti te gusta alguien!-dije señalándola con el dedo en tono acusatorio. Ella me miró y negó con la cabeza.
-No, que va…-dijo sonriendo.
-No es por ofender pero mientes fatal.-dije guiñándole el ojo. Se sentó como los indios toda recta y me miró con el ceño fruncido. Después tartamudeó y respondió:
-S…solo me parece g…guapo…-y giró la cabeza para no mirarme a los ojos y delatarse a ella misma.
- ¿Me vas a dejar con la intriga?-dije como si tuviera un carácter tímido.
-¡Ui, Ui todavía no me habías enseñado esa parte tímida de ti!
-Ejem, ejem… no cambiemos de tema por favor…
-De acuerdo Molly te lo contaré si me prometes que no se lo vas a contar a na…
-Prometido- dije sin dejarla acabar la frase.
- A mi me gusta… -se giró y se quedó mirando la pared- me gusta PETER…
-Perooo… da igual no me meteré. Solo digo que es guapo pero su carácter… no se como lo puedes soportar de verdad... es más tozudo que una mula.
-Da igual siento algo especial por él.
Después de estar un rato hablando con Malena, me di cuenta de que eran las doce menos diez de la noche, pasó el tiempo volando… y yo que pensaba que iba a aburrirme... Le dije a Malena la hora que era y ella no me respondió ya que se había quedado dormida, tirada como una colilla sobre la cama.
La tapé con un edredón que encontré por allí y me fuí a mi cama, apagué las luces y me puse a pensar, al cabo de un rato me…





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