Narradora Molly:
“Alumnos, dirigíos
a vuestras habitaciones y tenéis la tarde libre.” Volvió a sonar esa voz
chillona por megafonía. Nos levantamos y nos despedimos en la escalera mientras
cada uno se fue por un lado del pasillo. Llegamos a nuestro cuarto y Malena
abrió la puerta emocionada. Me asomé después de que ella chillara y se tumbara
en una de las camas sonriendo. Entré y observé la estancia. Era un cuarto con
la pared de un color azul apagado y el suelo de parquet. Una mesita de noche al
lado de cada cama, dos armarios empotrados de una sola puerta y un corcho de
madera colgado de la pared. Dejé mi mochila en la cama de al lado de la
ventana, porque Malena seguía tumbada en la otra cama mirando el techo. Abrí
los cajones de las mesitas de noche y encontré cincuenta euros en el primer
cajón. Metí la caja de los recuerdos en el primer cajón y la caja de maquillaje
en el segundo. Abrí una puertecita debajo de los cajones y metí la mochila vacía
dentro. Malena abrió también sus cajones y encontró otros cincuenta euros.
-Supongo que serán
para que nos compremos ‘’EL UNIFORME’’…-dijo Malena divertida.
-Si, eso creo,
porque…vaya tontería, no sirve para nada…-dije pensativa. Picaron a nuestra
puerta, y abrimos. Un señor gordito y bajo nos dio un papel amarillo en el que
decía:
“Si habéis
encontrado los 50 euros en el primer cajón de la mesita de noche, os los podéis
guardar.
Mañana Louis el
conductor que os ha traído os llevará a todas las chicas a una tienda de ropa,
este año no hay uniforme por ser el 50 aniversario del internado. Os aconsejo
que os compréis suficiente ropa, porque vais a estar cinco años aquí dentro.
El director
Lanzani.”
No me lo podía
creer, cinco años encerrada allí dentro, sin poder salir a la calle, sin poder
respirar aire fresco…Iba a ser una tortura…Me tumbé en la cama de Malena, y
ella volvió a la postura de “mirando el techo”.
-¿Se puede saber
qué tiene el techo de interesante?-dije mirándola a los ojos. Pero ella suspiró
y dijo:
-No tiene nada de
interesante, igual que este sitio…bueno…casi nada…-dijo de repente poniéndose
roja. Conocía esa mirada, la sonrisa tímida, las mejillas encendidas…
-¡A ti te gusta
alguien!-dije señalándola con el dedo en tono acusatorio. Ella me miró y negó
con la cabeza.
-No, que va…-dijo
sonriendo.
-No es por ofender
pero mientes fatal.-dije guiñándole el ojo. Se sentó como los indios toda recta
y me miró con el ceño fruncido. Después tartamudeó y respondió:
-S…solo me parece
g…guapo…-y giró la cabeza para no mirarme a los ojos y delatarse a ella misma.
- ¿Me vas a dejar
con la intriga?-dije como si tuviera un carácter tímido.
-¡Ui, Ui todavía
no me habías enseñado esa parte tímida de ti!
-Ejem, ejem… no
cambiemos de tema por favor…
-De acuerdo Molly
te lo contaré si me prometes que no se lo vas a contar a na…
-Prometido- dije
sin dejarla acabar la frase.
- A mi me gusta…
-se giró y se quedó mirando la pared- me gusta PETER…
-Perooo… da igual
no me meteré. Solo digo que es guapo pero su carácter… no se como lo puedes
soportar de verdad... es más tozudo que una mula.
-Da igual siento
algo especial por él.
Después de estar
un rato hablando con Malena, me di cuenta de que eran las doce menos diez de la
noche, pasó el tiempo volando… y yo que pensaba que iba a aburrirme... Le dije
a Malena la hora que era y ella no me respondió ya que se había quedado dormida,
tirada como una colilla sobre la cama.
La tapé con un
edredón que encontré por allí y me fuí a mi cama, apagué las luces y me puse a
pensar, al cabo de un rato me…
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